Hoy día recordamos a todas esas Mujeres que nos han abierto puertas para seguir avanzando en la construcción de una sociedad sin desigualdad de género. Este día de reflexión nos continúa situando en medio de esta post crisis sanitaria, económica y social; que ha sido especialmente dura para las mujeres. Donde tenemos que constatar con frustración un retroceso en áreas tan sensibles como violencia doméstica, desempleo, precariedad laboral femenina, salud física y/o mental.

La crisis sanitaria por la pandemia del COVID-19 y en forma posterior, ha dejado en evidencia “las múltiples y grandes desigualdades que aún nos penan como sociedad, golpeándonos de forma particularmente dura a todas las mujeres”.

 

El INDH da cuenta de la desigualdad en acceso a la salud en regiones, la institución analizó la falta de médicos especialistas, sobre todo en las regiones más apartadas del país, así como la falta de infraestructura necesaria, situación que impide a muchas chilenas a ejercer su derecho a la salud de manera adecuada, situación que azota con fuerza a nuestra región y archipiélago, donde en forma posterior a la pandemia a resultado en verdadero peregrinaje a otras regiones por motivos de salud para quienes tienen los medios, y por otra parte un alto porcentaje de la población el vivir entre la esperanza y desesperanza del llamado de la lista de espera para alguna intervención quirúrgica, atención de especialista o el anhelado tratamiento para una determinada enfermedad.

 

De acuerdo con la información de las Estadísticas Vitales INE, en 2019 los principales grupos de causas de muerte en Chile fueron:

 

– Tumores (neoplasias), con 28.492 defunciones (26%)

– Enfermedades del sistema circulatorio, con 28.079 muertes (25,6%)

– Enfermedades del sistema respiratorio, con 13.864 muertes (12,6%)

– Otras causas externas de morbilidad y de mortalidad (accidentes, homicidios, envenenamientos, suicidios, entre otras), con 8.065 muertes (7,4%).

 

En el caso de la Región de Los Lagos, se repite la tendencia nacional, mostrando una mayor tasa de mortalidad para el año 2019 en tumores o neoplasias, que alcanzó a 151,3 fallecidos por cada 100.000 habitantes, seguido de enfermedades del sistema cardiovascular, con 144,3 fallecidos por 100.000 habts. La tendencia se mantiene con mortalidad por enfermedades del sistema respiratorio (69,1/100.00 hbts) y por causas externas de mortalidad (60,3/100.000).

 

Las cuatro principales causas de muerte en la Comuna de Castro, coinciden con los niveles nacional y regional, sin embargo, aún se mantienen las enfermedades cardiovasculares como principal causa de muerte en la Comuna de Castro, periodo 2015-2019:

 

– Enfermedades cardiovasculares representan un 25,3% del total de muertes en la comuna.

– Muertes por cáncer, que son un 21,3%.

– Las enfermedades del sistema respiratorio alcanzan un 10,4%

– Causas externas representan un 10,2% del total de muertes en la comuna.

 

Sin lugar a dudas, la posibilidad de sobrevivir a un evento complejo de salud es radicalmente distinta, dependiendo del lugar donde se encuentra una paciente. Esto, porque en las localidades más apartadas no existe atención y no siempre las posibilidades de traslado son las óptimas. De esta manera, “el derecho a la vida no está igualmente garantizado si tú estás en Santiago o en una región apartada o Isla”.

La realidad que enfrenta la salud en regiones manifiesta una situación de precariedad e implica que una parte de las Mujeres de nuestra población del país enfrenta dificultades para acceder a una atención oportuna y de calidad. La inequidad en las regiones es uno de los principales problemas en el pleno ejercicio del derecho a la salud en Chile. A esto se suman los problemas de cobertura específicos para diferentes grupos de población dentro de cada región, por ejemplo, mujeres de pueblos originarios, mujeres con menos recursos económicos o mujeres migrantes.

 

Sin lugar a dudas, el Estado de Chile en forma histórica y sostenida ha vulnerado los derechos de las Mujeres en materia de SALUD; sin perjuicio de aquello estamos conscientes de la lucha que cada una de nosotras está dando día a día. En esta conmemoración queremos reconocer tanto el esfuerzo de las mujeres trabajadoras de todos los ámbitos, desde trabajos remunerados y no remunerados, quienes día a día se encuentran haciendo resistencia para que algún día logremos terminar con la violencia de género, que sigue siendo un tremendo problema de salud pública.

El 8M es una la lucha constante, que no comienza ni termina el 8 de marzo.

 

Les extiendo un abrazo amoroso a todas las mujeres de nuestro Archipiélago de Chiloé, porque juntas somos más.