El Gobierno extendió por un año el decreto de escasez hídrica para la provincia de Chiloé, medida que fue recibida con opiniones mixtas por los alcaldes locales. Si bien reconocen la necesidad de la prórroga para asegurar el suministro de agua a la población, los ediles enfatizaron la urgencia de implementar estrategias estructurales y de largo plazo para abordar la crisis que afecta a la zona.

 

Marcos Vargas, alcalde de Queilen y presidente de la Asociación de Municipalidades de Chiloé, valoró la certeza que entrega el nuevo decreto, pero instó a no seguir «parcheando» la situación con medidas temporales. Propuso una mesa de trabajo con el Gobierno para buscar soluciones de fondo. En tanto, Javier Ugarte, alcalde de Quemchi, detalló las dificultades que enfrenta su comuna, incluyendo cortes nocturnos de agua en el radio urbano y la dependencia del abastecimiento a través de camiones aljibe en sectores rurales, pese a las recientes lluvias.