La insólita medida que se aplicó hace algunos meses a supermercados y locales del centro de Castro, afectó inclusive al ingreso principal de la sucursal de la cadena Unimarc, ubicada en la esquina de O’higgins con Sargento Aldea, provocando el inminente peligro de caídas, sobre todo en usuarios de la tercera edad y o con movilidad reducida.

“Han venido clientes en silla de ruedas que me tienen que gritar desde afuera para atenderlos” afirmó Patricia Bahamonde dueña del tradicional Supermercado “El Dragón” de calle San Martín, que hace meses espera por una respuesta concreta de algún tipo de reposición de la estructura de mucha utilidad para sus clientes.

Alberto Vásquez, uno de los vecinos afectados, a quien se le sacó prácticamente de cuajo el acceso a su vivienda, reclama que incluso esto produjo deterioro en frontis de su casa.

“Deberían haberse preocupado de dejar las cosas tal como estaban, yo no estoy contra la obra que hicieron ellos, pero tuvieron que haber repuesto (la escalera) tal como les dije, pero no pescan a uno (sic)”