Lancha «Chiloé» decomisa casi una tonelada de pesca ilegal en operativo marítimo

Más de 900 kilos de merluza austral fueron incautados en un operativo que reveló graves infracciones en la pesca artesanal.

Chiloé. Entre el 25 y 27 de septiembre, la lancha de servicio general «Chiloé» (LSG-1622), perteneciente a la Gobernación Marítima de Castro, encabezó un importante operativo de fiscalización pesquera en los sectores del Golfo de Ancud, Fiordo Riñihue y Canal Tac. Durante la acción, se inspeccionaron más de una decena de embarcaciones dedicadas a la pesca artesanal, resultando en la incautación de casi una tonelada de recursos extraídos ilegalmente, principalmente merluza austral, un pez en estado de sobreexplotación.

Las infracciones detectadas apuntan al uso de artes de pesca prohibidos, lo que no solo va en contra de la Ley General de Pesca, sino que también amenaza la sostenibilidad de especies ya en riesgo. Los responsables fueron citados a comparecer ante los tribunales en Castro, quedando temporalmente a cargo de los productos incautados hasta que la justicia determine las sanciones correspondientes.

Felipe Ortega, Teniente 1° Litoral y comandante de la lancha «Chiloé», expresó su preocupación sobre las prácticas detectadas: «La merluza austral es una especie que, según informes de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, se encuentra sobreexplotada. Continuar con actividades ilegales que no respetan la normativa vigente pone en riesgo no solo este recurso, sino también la economía de las comunidades que dependen de la pesca sostenible».

El operativo, que subraya la importancia de respetar las regulaciones pesqueras, podría derivar en multas severas, decomiso de equipos e incluso la revocación de licencias de pesca para los infractores, conforme a la legislación chilena. Las autoridades marítimas hicieron un llamado a los pescadores a cumplir con las normativas establecidas, destacando que la preservación de los recursos marinos es esencial para asegurar el bienestar de las futuras generaciones.

Este tipo de fiscalizaciones se ha vuelto cada vez más relevante, dada la creciente presión sobre los recursos marinos en la zona y la necesidad de asegurar una explotación responsable que evite daños irreversibles en el ecosistema local.

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