El Tribunal de Vesoul confirmó la condena de Nicolás Zepeda, de 32 años, a 28 años de prisión por el asesinato de su exnovia japonesa Narumi Kurosaki. Este veredicto llega tras el juicio de apelación que comenzó el pasado 4 de diciembre.

Zepeda ya había sido condenado a la misma pena en el primer juicio en Besanzón, la ciudad donde ocurrió el crimen. El juicio de apelación se pospuso inicialmente en febrero debido a un cambio de abogado por parte del acusado.

El caso giró en torno a la muerte de Kurosaki, quien tenía 21 años en el momento del homicidio. La Fiscalía de Besanzón presentó evidencias de que la pareja inició una relación en Japón en 2014, terminando en 2016. En diciembre de ese año, Zepeda viajó a Francia, y tras una cena con Kurosaki, ella desapareció.

Según el fiscal Étienne Manteaux, Kurosaki fue asesinada el 5 de diciembre de 2016, presumiblemente por asfixia, y su cuerpo habría sido arrojado al río Doubs. Durante la investigación, Zepeda, que había regresado a Chile, fue extraditado en 2020 tras ser detenido por la Policía de Investigaciones en Viña del Mar.

En su defensa, Zepeda insistió en su inocencia, declarando: “Nunca quise estar en medio del dolor de la familia de Narumi, nunca quise estar en medio del dolor de mi propia familia, de mi propio dolor, pero no soy un asesino, no soy el asesino de Narumi“.

El padre de Zepeda, Humberto, criticó el fallo, alegando que se condenó a su hijo sin «pruebas concretas y directas de participación». Según él, el juicio estuvo más influenciado por la presión mediática y política que por las pruebas presentadas.

Zepeda aún tiene la opción de apelar al Tribunal de Casación, aunque este tribunal no revisa el fondo del caso, sino posibles vicios de procedimiento.