Por Francisco Reyes Oyarzo, Creador de Contenidos en Chiloe.News

La reciente visita de la Ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá, a Chiloé, estuvo marcada por la atención a temas locales, visitas simbólicas, sin muchos anuncios, pero dejó en el aire algunas preguntas importantes sobre la libertad de prensa y el rol de los medios en la cobertura de la contingencia nacional. Mientras el país discute asuntos delicados como el caso Hermosilla, las tensiones con la Democracia Cristiana, y más aún la renuncia de la SEREMI de Bienes Nacionales de la REGIÓN DE LOS LAGOS, luego de la polémica por su supuesta participación en juicios vinculados a la ley 20.000, sorprende que estos temas no hayan sido abordados durante la visita de la ministra.

La prensa local, tradicionalmente enfocada en los temas que afectan directamente a Chiloé, tiene una labor crucial que cumplir. Sin embargo, también es cierto que, en un contexto donde las decisiones y declaraciones nacionales impactan la realidad local, es vital no evadir la discusión de asuntos de relevancia nacional. Los periodistas, comunicadores y medios locales tienen la responsabilidad de equilibrar la cobertura de los temas comunitarios con aquellos que, aunque más amplios, también resuenan en su audiencia.

Es comprensible que el equipo de la ministra haya querido centrar las entrevistas en temas específicos de Chiloé. Sin embargo, la labor de la prensa no es simplemente seguir una pauta de manera disciplinada, sino cuestionar el poder, exponer los temas importantes y garantizar la transparencia. Este rol es fundamental en una democracia, donde los medios deben actuar como vigilantes, asegurando que las figuras públicas rindan cuentas y que se mantenga el equilibrio entre la autoridad y la ciudadanía.

Además, cuando se omiten preguntas sobre temas de relevancia nacional, como ocurrió tanto en la conferencia de prensa en Ancud como en otras instancias, se podría estar incurriendo en una especie de auto-censura por parte de los propios medios. Esto es especialmente relevante considerando que la escandalosa salida de la SEREMI de Bienes Nacionales, ocurrida ayer, es un tema que afecta directamente a la región. No abordar este asunto representa una oportunidad perdida para profundizar en debates que realmente importan a la ciudadanía y que tienen un impacto tanto local como nacional​.

La negativa de la ministra a responder ciertas preguntas en Dalcahue, como las planteadas por Radio Bío Bío y ChiloeNews, con un hermetismo incomprensible y exagerado, es un recordatorio de que, en una democracia, la comunicación entre la prensa y las autoridades debe ser abierta y fluida. Los medios locales no deben sentirse limitados a tratar solo lo local; su audiencia también se interesa por cómo los grandes temas nacionales se entrelazan con su vida diaria.

La libertad de prensa no es solo un derecho, sino una herramienta fundamental para mantener informada a la sociedad y garantizar que los temas importantes, por incómodos que puedan ser, no queden fuera del debate público. Nos costó demasiado recuperar la democracia como para permitir que se limite la discusión abierta y necesaria. La visita de la ministra Tohá a Chiloé, en este sentido, invita a reflexionar sobre cómo los medios pueden seguir fortaleciendo su rol como puente entre la comunidad y las realidades nacionales, sin perder de vista la importancia de mantener una cobertura amplia y diversa.

En adelante, sería positivo que los medios locales continúen dando espacio a las preocupaciones provinciales, pero sin dejar de lado su responsabilidad de abordar los temas que afectan a todo el país, sin ignorar al elefante en la habitación que representa la contingencia nacional. La prensa tiene un rol esencial en mantener informada a la ciudadanía, y en tiempos complejos, cruzados por las noticias falsas y la posverdad ese rol se vuelve más importante que nunca.