Revelan millonario pago municipal a contratista con documentos falsificados

Durante la etapa de pago de la obra de construcción del Barco-Astillero, ubicado en la bajada de Gamboa en Castro, se descubrieron serias irregularidades en los documentos de respaldo del contratista.
 
En particular, se identificaron al menos ocho certificados de fianza falsificados, lo que ha generado gran controversia sobre la transparencia y el manejo de los recursos públicos en este proyecto.
La situación fue expuesta por el medio de comunicación «La Opinión de Chiloé», basándose en un oficio emitido por el director de administración y finanzas de la Municipalidad de Castro. Las revelaciones han derivado en cuestionamientos sobre la legalidad de los procesos y el alto costo de la obra, que ascendió a más de 55 millones de pesos.
 
El abogado y concejal de Castro, Ignacio Álvarez, comentó al respecto: “Esta es una situación grave de adulteración de documentos que se descubrió en la construcción del barco astillero.
Situación que se replica en otras obras. Los concejales estamos para fiscalizar y en este sentido solo fuimos dos concejales, Baltazar Elgueta y yo, los que nos opusimos al gasto de más de 55 millones en construir este mirador porque entre otras cosas, estimamos que esta obra no costaba 55 millones y, asimismo, el dinero de ese proyecto podía haber servido para muchos otros proyectos y necesidades más urgentes que tiene nuestra comuna. De partida, con esa misma plata se podría haber tenido un barco de verdad y no cuatro palos que asemejan a un barco”.
 
Por su parte, el concejal Baltazar Elgueta también expresó su descontento y preocupación: “Cuando nos opusimos a esta obra nos empezaron a criticar que Baltazar Elgueta, que Ignacio Álvarez, nos oponemos al turismo. Nadie se puede oponer al turismo. Todo lo contrario, pero paguemos lo que corresponde. Esperamos que estos problemas de gestión y falta de transparencia no sigan ocurriendo. Se deben perseguir las distintas responsabilidades, tanto civiles, administrativas y también penales; de manera de poder abocarnos a las necesidades reales de nuestros vecinos”.

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