Murió la cantante y actriz Olivia Newton-John

Fue un referente generacional. Icono de una época. Toda una historia que ha llegado a su fin: Olivia Newton-John, la estrella de Grease, la mujer de voz de terciopelo, la baladista de ojos encantadores, murió a los 73 años, como consecuencia de un cáncer de mama que arrastraba desde hace años. De hecho, se había convertido en símbolo de la lucha contra aquella enfermedad.

Así informó su deceso un comunicado publicado en su Insatgram: “Olivia ha sido un símbolo de triunfos y esperanza durante más de 30 años compartiendo su viaje con el cáncer de mama”, escribió su esposo, John Easterling . “Su inspiración curativa y su experiencia pionera con la medicina vegetal continúan con el Fondo de la Fundación Olivia Newton-John, dedicado a la investigación de la medicina vegetal y el cáncer”.

Su vida artística estuvo marcada por la elasticidad interpretativa y una amplia capacidad de adaptarse a los tiempos. Un talento algo camaleónico que también se vinculó a su propio destino personal: hija del galés Brinley Newton John y de la judía alemana Irene Helene, a los cinco años debió mudarse a Australia, debido al trabajo de su padre, como profesor en la universidad de Melbourne. Ella mismo estudió en ese lugar, la ciudad donde transcurrió gran parte de su infancia y adolescencia.

Cuando, de hecho, estaba en el instiututo, comienza su pasión por la música: admiraba el pop de los 60 y sobre todo los grupos vocales que habían animado ese decenio, todos con gargantas plácidas y un manejo casi celestial de los coros.

De esa forma, saltó de inmediato a la escena musical, aunque sus inicios no están necesariamente vinculados al pop, la balada u otras variantes que la inmortalizaron en el cancionero universal: ella partió en el country, la música de vaqueros de moda en Estados Unidos desde la segunda mitad del siglo XX. Fue, en parte, una decisión que apuntaba a tener éxito en el mercado norteamericano.

If not for you, su primer títuloi, llegó a EE.UU. y consiguió tres sencillos. Dos años después presentó su segunda entrega, Let me be there, donde ya asomaban baladas de toque country como Take me home country roads.

En 1974 representó al Reino Unido en el Festival de Eurovisión que se celebró en la ciudad inglesa de Brighton. Interpretó el tema Long Live Love y quedó en la cuarta posición resultando como ganadores los suecos ABBA (con Waterloo, todo un símbolo de quienes dominarían el pop setentero) y en segunda posición Gigliola Cinquetti. En ese año su tercer álbum, If You Love Me, Let Me Know, llegó a las primeras posiciones de la lista de álbumes, y una balada del disco, I Honestly Love You, se afianzó en el primer lugar del Billboard estadounidense.

En 1975 se fue a vivir a los Estados Unidos, donde alcanzó pronto fama como cantante de música pop y también de música country. Ese año fue clave y rotundo para su carrera: en plena tierra de hegemonía country, demostró que podía ganarse un lugar entre tipos con botas puntiagudas y modos testosterónicos.

Eso precipitó el salto que cambiaría para siempre su carrera: protagonizar la cinta Grease, basada en el musical homónimo de 1972 creado por Jim Jacobs y Warren Casey.

El filme narra la historia de amor entre rebelde Danny Zuko (John Travolta) y la inocente Sandy Olsson (Olivia Newton-John). Ambos se conocen durante el verano y al despedirse ninguno de los dos piensa en que se vayan a ver de nuevo, pero se equivocan: cuando ella decide matricularse en el mismo instituto que su amiga Frenchy (Didi Conn) lo último que esperaba era convertirse en compañera de Danny, el colíder rebelde de los “T-Birds”.

Fue su impulso para catapultarse como referente de toda una época. “Le agradeceré todo el resto de mi existencia a Grease. No puedo más que estar agradecida”, decía ya adulta, en el nuevo siglo, con respecto al filme que marcó un cisma en su trayectoria.

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